viernes, 13 de febrero de 2015

4. Doctrina Del Pecado

4. DOCTRINA DEL PECADO


INTRODUCCIÓN: ¿Te has preguntado alguna vez por qué suceden tantas cosas malas en este mundo? ¿Por qué hay tanta maldad en el corazón de los hombres? . Vivimos en un mundo lleno de odio, rencor, violencia que producen el caos y la muerte constantemente. ¿Fue siempre así? Por qué ahora es así? A todas estas interrogantes y reflexiones la Biblia da la respuesta precisa: EL PECADO.
 ¿Qué es el pecado? , ¿Cómo surgió? , Cuáles fueron las consecuencias. Para dar respuesta a estas preguntas analizaremos el asunto desde dos perspectivas:
EL CONCEPTO HUMANO ACERCA DEL PECADO                   

1. EL CONCEPTO HUMANO.  Todos están de acuerdo que el mal existe, que es un hecho; sin embargo no todos están de acuerdo en cuanto al origen y naturaleza del pecado. Por ejemplo:

a) El ateísmo.- Niega la existencia del pecado. Al no creer en Dios, los ateos no creen en el pecado, porque solo contra Dios se puede pecar. Explican que la maldad y la violencia del hombre es producto de los rezagos animalescos que todavía persisten en el hombre como proceso de su evolución de las formas inferiores de animales. Dicen: A medida que el hombre estudie, amplíe su cultura y se le provean los medios favorables, toda esta condición se eliminará. Un eslogan de ellos es: “SER CULTOS PARA SER LIBRES”.

b) El determinismo.- Esta filosofía sostiene que no existe lo que nosotros llamamos libre albedrío. Nuestras decisiones, dicen, “son producto de circunstancias que actúan fuera de nosotros y que nos impelen a hacer la cosas. Creemos que elegimos, pero la realidad fue que otras fuerzas influyeron para nuestra decisión”. Según esta forma de pensar el hombre es un siervo de las circunstancias y le es imposible cambiar el rumbo de las cosas. No somos responsables de nuestros actos. Sin embargo, Dios nos hace responsables de ellos, no solamente como producto de la conciencia del bien y el mal que tenemos, sino, también por la facultad que Él nos ha dado de elegir.

c) El hedonismo.- El hedonista aboga por el goce de la vida. Hacer lo que le gusta y lo que trae placer. El no se pregunta: ¿Es justo?, sino, ¿me gusta? . Ellos siempre tienen una justificación para el pecado; le llaman “debilidad humana”, “un capricho”, “efervescencia juvenil”, “el errar es de humanos”, etc. Como es natural esta filosofía aboga por la inmoralidad. La Biblia dice: “Toda maldad es pecado”

d) La Ciencia Cristiana.- Niega la realidad del pecado. Ellos dicen que “el pecado es la ausencia de lo bueno”. “Es un error de  la mente”. Para resolver la situación, dicen ellos, “el hombre tiene que corregir ese error”. Pero cuando vemos la ruina, el terror, las enfermedades, toda la maldad manifiesta en todos los órdenes de la vida, “ese error de la mente” es tan malo como lo que nosotros le llamamos “pecado”.

EL CONCEPTO DIVINO ACERCA DEL PECADO

2. EL CONCEPTO DIVINO.- No hay libro ni filosofía que dé una razón tan acertada y lógica del pecado como lo hace la Biblia. Este es el libro de Dios y en él está revelado todo este misterio, pero a la vez nos da la solución definitiva para este mal.
En los tres capítulos primeros del libro de Génesis se devela la historia:

a) La tentación.- (Cps. 2-3).-
1ª. La tentación era posible.-  Entre los ríos Tigris y Éufrates, en un huerto frondoso y florido, donde todas las condiciones perfectas estaban creadas para que el hombre se desarrollara, allí Dios colocó al hombre. Un ser creado a “imagen y semejanza de Dios”. Un ser tomado del polvo de la tierra, pero un ser espiritual alentado por el Espíritu de Dios. Un ser perfecto e inteligente; un ser impecable pero con una voluntad libre para hacer lo bueno o lo malo, obedecer o desobedecer.

En medio del huerto Dios plantó dos  árboles muy singulares: el árbol del conocimiento del bien y del mal y el árbol de la vida. El árbol de la vida les enseñaba a ellos que su subsistencia, tanto física y espiritual dependía, NO DE ELLOS, sino de la PROVISIÓN DE DIOS. El árbol de la ciencia del bien y del mal les enseñaría la necesidad de vivir una vida de obediencia voluntaria continua si querían gozar de los beneficios del fruto del árbol de la vida.

Esta facultad de elegir entre obedecer o desobedecer, hacer lo bueno a lo malo, servir a Dios o no servirle, se llama libre albedrío o determinación. Esta es una facultad con la cual fue dotado el ser humano y debía utilizarla bien. El hombre, aunque impecable iba a ser probado. Allí estaban los dos elementos necesarios: Un mandamiento y una voluntad.

Origen de la tentación.- ¿Qué hacía el diablo en el huerto? A ciencia cierta no lo sabemos, pero fue el instrumento permitido por Dios para probar al hombre. La serpiente, tomada por Satanás, se constituyó en símbolo de Satán. En Ezequiel 28:13-17 e Isaías 14:12-15 se nos narra la historia de la caída de Satanás (Luzbel: ángel de luz) (Ver Apoc. 12:9). Éste fué arrojado del cielo y buscó en la nueva creación lugar donde estar. Allí encontró un ser racional, hermoso, perfecto en donde continuar su labor inconclusa en el cielo y con astucia va al ataque. Analicemos sus estrategias:

Primero, esperó un tiempo oportuno: la soledad de la mujer.
Segundo, esperó un lugar oportuno: la mujer merodeando alrededor del árbol.
Tercero, eligió la persona indicada; el instrumento más frágil para llevar a efecto su plan.

La Biblia nos revela que el autor del pecado es Satanás. Sin embargo la tentación propiamente dicha es una acción que se produce por la labor astuta de Satanás en combinación con la susceptibilidad del hombre para pecar.

En el acto de la tentación, Satanás utilizó tres mecanismos psicológicos. 1 Juan 2:16 :

                                                      Los DESEOS de la carne.
                                                      Los DESEOS de los ojos.
                                                      La VANAGLORIA de la vida.

Nos damos cuenta que Satanás apeló a estos tres aspectos en la tentación de Cristo:

Lucas 4:1-13:
             Los deseos de la carne: “Era tentado por el diablo...tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a estas piedras que se hagan pan.

           Los deseos de los ojos.- Y le llevó el diablo a un monte alto y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré esta potestad, y la gloria de ellos si postrado me adorares...

              La vanagloria de la vida.- “Lo puso en el pináculo del templo y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo, porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de tí, que te guarden. Y: En sus manos te sostendrán...” (Haciendo cosas espectaculares para vanagloriarse de su poder, y de su autoridad sobre todas las cosas.

A esto hay que añadirle el elemento de la  DUDA, cuando le dice: “Si eres hijo de Dios...:
                                       DUDA de sus relaciones filiales con Dios
                                       DUDA de su carácter mesiánico
                                       DUDA del propósito correcto de su venida al mundo.

Cuando aplicamos estos mecanismos a la tentación de Eva, nos damos cuenta que él empleó la misma técnica y apeló a los mismos mecanismos sicológicos:

Génesis 3:1-6
                 Los DESEOS DE LA CARNE: “Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol que está en el huerto...Dios sabe que el día que comáis de él... y dio de comer también a su marido, el cual comió también así como ella”.

             Los DESEOS DE LOS OJOS: “Serán abiertos vuestros ojos...Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos...”

             La VANAGLORIA DE LA VIDA: “Seréis como Dios sabiendo el bien y el mal...árbol codiciable para alcanzar sabiduría”.

CONSECUENCIAS DE LA TENTACIÓN

3ª. Las consecuencias de la tentación.-

  Juicio sobre la serpiente: 3:14 .- “Y dijo Jehová a la serpiente: Maldita serás entre todas las bestias del campo; sobre tu pecho andarás y polvo comerás todos los  días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, entre su simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”
La maldición de la serpiente es un cuadro profético que nos enseña lo siguiente:

 a) La maldición de la serpiente es un cuadro profético de la maldición del diablo y todas las fuerzas del mal.
b) Por el castigo a la serpiente, debemos aprender de qué manera la maldición de Dios recae sobre todo pecado y maldad.
c) Por arrastrarse en el polvo de la tierra, debía recordarle al hombre que un día Dios reducirá a polvo el poderío de Satanás.
d) Ser de ánimo y estímulo para el hombre, tentado, pero erguido y con esperanzas mientras que la serpiente está bajo maldición
e) Que por la gracia de Dos, el hombre puede aplastar la cabeza de la serpiente, en otras palabras, puede vencer el mal. (Lucas 10:18; Rom. 16:20; Apoc.12:9; 20:1-3,10)

Juicio a la mujer: “Multiplicaré en gran manera los dolores de tus partos, con dolor darás a luz tus hijos, tu deseo será tu marido y él se enseñoreará de tí”.

El pecado ha afectado grandemente las relaciones de la vida matrimonial. En muchos países la mujer es, prácticamente, la esclava del hombre. En la India la posición de las niñas y de las madres viudas es bastante precaria y son prácticamente un cero a la izquierda.

Juicio sobre el hombre: Es necesario entender que el trabajo en sí no era una maldición para el hombre. Antes de pecar Dios le había asignado su trabajo al hombre. La maldición estaba en:

a) La maldición de la tierra: “espinos y cardos te producirán. vs. 17-18

b) Trabajo cansador: Con el sudor de tu rostro comerás el pan. Con dolor
 comerás de ella todos los días de tu vida.. 17

c) Cumplimiento de la sentencia: “Polvo eres y al polvo volverás”

Nota: El hombre fué creado capaz de no morir físicamente. Podría haber vivido indefinidamente si hubiera preservado su inocencia y continuado comiendo del árbol de la vida. Pero aunque restaure su comunión con Dios y venza la muerte espritual, por medio del arrepentimiento y su fe, de todas formas tiene que regresar a su hacedor por el camino de la tumba. Porque la muerte física es parte de la pena por el pecado, la salvación completa tiene que abarcar la resurrección del cuerpo.
ESPERANZA DE REDENCIÓN
                                                        
b) Esperanza de redención:

1ª. La redención prometida.- Lea Gén. 3:15 . Esta es la primera promesa de redención dada al hombre inmediatamente después de haber pecado. Sobre la misma escena de la comisión del delito, no solamente le dicta la sentencia, sino que también hace una provisión redentora.
Esta promesa tiene sus características que estaremos analizando a continuación:

> Simiente de la Mujer: Una descendencia bendecida (La simiente de Abel) que traería al mundo al Salvador , en el cual se cumple directamente la profecía.
Simiente de Satanás.- Un descendencia maldita (La simiente de Caín), que traería al “mundo el misterio de la iniquidad”, Satanás encarnado en el Anticristo, en quien se cumple directamente esta profecía.

El diablo trató de ganarse a la mujer y hacer una alianza contra Dios, pero Dios romperá esa alianza. “Enemistad pondré entre tí y la mujer, entre tu simiente y la simiente de ella”.  Esto quiere decir que se produciría una una lucha entre la humanidad y los poderes malignos que causaron su caída.

¿Cuál será el resultado de ese conflicto?. Primero: victoria para la humanidad por medio del representante del hombre (la Simiente de la mujer, Cristo) te herirá en la cabeza.  Cristo, la simiente de la mujer, vino al mundo para aplastar el poder del diablo. (Mateo 1:23, 25; Luc. 1:31-35 y 76; Isaías 7:14; Gál. 4:4; Rom. 16:20; Col. 2:15;  Heb. 2:14-15; 1 Juan 3:8; 5:5; Apoc. 12:7, 8, 11; 20:1-3, 10).

c) La victoria sería a través del sufrimiento. “Tu (la serpiente) lo herirás en el calcañar”. En el Calvario, la “serpiente hirió a la Simiente de la mujer en el calcañar”, pero esa herida ha traído salud a la humanidad. (Lea Iaías 53:3,4,12; Daníel 9:26; Mateo 4:1-10; Luc. 22;39-44, 53; Juan 12:31-33; 14:30; 31; Heb. 12:18; 5:7; Apoc. 2;10)

2ª. Acto típico de la redención.- v. 21 .- En el v. 7,  posterior a la caída, que trajo conocimiento del mal que habían hecho, nuestros primeros padres “cosieron hojas de higuera e hicieron delantales”.  Esta cubierta es símbolo de las formas humanas que el hombre ha utilizado a través de toda su historia para justificarse delante de un Dios que reclama justicia desde el cielo.  Cuando oyeron la voz de Dios paseándose por el huerto, “se escondieron” por miedo, prueba elocuente, de que sus obras eran insuficientes para satisfacer la justicia divina. En un acto de misericordia, Dios “hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió”, para esto tuvo que sacrificar un cordero, cuya piel serviría de cobertura a su desnudez. Este cordero, sacrificado, para cubrir la vergüenza del hombre pecador, es símbolo de Jesucristo, el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Esta enseñanza ellos se la transmitieron a Caín y Abel. Abel aprendió la lección; Caín, lamentablemente, no la aprendió. Desde ese momento la humanidad fue dividida en dos grupos, los que siguen el “camino de Caín”, o sea la religión de la justificación propia, y el camino de Abel, o sea la religión basada en la fe y obediencia a Dios.         

¿QUE ES EL PECADO? 
                            

¿Quién mejor que la Biblia puede definirnos realmente lo que es el pecado y su naturaleza?. En la Palabra hay por lo menos cuatro definiciones de lo que es el pecado: 
   
Todo lo que no es de fe es pecado. Rom. 14:23  (duda, incredulidad)
El Pecado es la infracción de la ley.  1 Juan 3:4  (violación)
Toda injusticia es el pecado. 1 Juan 5:17  (desigualdad, iniquidad)
El pecado está en el que sabe hacer lo bueno y no lo hace. Sant.4:17 (omisión)

Estos cuatro aspectos  (infracción, injusticia, omisión, duda) que revela la Palabra sobre lo que es  el pecado nos da el marco para entender la naturaleza del pecado:

a) Duda o incredulidad.-  Romanos 14:23 .-  “Porque sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acera a Dioscrea que él existe y que recompensa a los que le buscan” (Heb. 11:6). La duda es lo contrario a la fe. La duda es la raíz de la incredulidad, porque  el que duda no cree.

A este pecado fue inducida Eva en el Huerto del Edén. En su diálogo con
Eva, el diablo logró sembrar la semilla que dio origen a la desobediencia y la rebelión. Satanás logró que Eva dudara de la veracidad de Dios, presentándolo ante ella como mentiroso y engañador: “Dios te dijo: Moriréis (Gen. 2:17), pero yo te digo que no morirás. (Gen. 3:4). “Dios es injusto con ustedes, porque les priva del privilegio del conocimiento y es egoista porque no quiere compartir con ustedes sus facultades y capacidades. (3:5).

La duda sobre la veracidad y justicia de Dios surgió, por primera vez, en Eva. Esta semilla nació y tuvo su fruto: “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer y que era agradable a los ojos y codiciable para alcanzar la sabiduría y tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella” (3:6)

La duda desplaza la fe y donde hay fe la duda desaparece. Alguien dijo que “la duda o incredulidad es el peor de todos los pecados porque está en contra del remedio para el pecado: la fe.  Por eso el pecado es ausencia de fe en Dios

b) Violación.-  (1 Juan 3:4) (Tiene que ver con la integridad) Violación, infracción, trasgresión son términos que la Biblia utiliza para designar al pecado. Trasgresión es ir más allá de los límites establecidos por la ley. Las leyes del tránsito estipulan que la luz roja es señal de peligro, por lo cual hay que detener firme el auto. Cuando  cruzamos con la luz roja, estamos transgrediendo, violando una ley y por lo tanto estamos cometiendo una infracción.

Nuestros primero padres trasgredieron los límites delineados por Dios, porque fueron más allá de lo que Él les había establecido. En  toda violación hay dos elementos que se manifiestan: la desobediencia y la rebelión. dice la Palabra que “toda rebelión y desobediencia recibió justa retribución” Heb. 2:2 . “La paga del pecado de muerte”.
           
c) Injusticia.- (1 Juan 5:17) En la Biblia, toda acción pecaminosa e inicua, todo acto que no contiene el elemento de equidad, se tiene por una injusticia. La justicia es todo lo recto y correcto. La justicia es un atributo moral de Dios, y toda obra del hombre que no se ajusta a la naturaleza moral de Dios, es pecado. Mientras que nuestros primeros padres vivieron  en santidad y obediencia, estaban viviendo dentro del marco de la justicia de Dios, desde el momento en que se rebelaron contra la justicia divina comenzaron a vivir fuera del marco de la justicia de Dios y en un estado de injusticia. Esta situación se proyectó hacia toda su descendencia. “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Rom. 3:23). “No hay justo ni aún uno” (Rom. 3:3; Salmo 14:1-3) “...y todo el mundo queda bajo el juicio de Dios” (Rom. 3:19). Para resolver la injusticia del hombre, Jesucristo vino y asumió la naturaleza humana y en esta condición, tomó el lugar del hombre y en la cruz tomó  y llevó todos nuestros pecados e injusticias; toda la justicia de Dios cayó sobre Él, y satisfizo las demandas de la justicia Dios (Rom. 3:21-26; Gál. 3:13; Filp. 2:5-8, etc).

Ahora somos hecho justicia de Dios por y en Jesucristo (Col. 1:30). El fin de la ley es Cristo para justicia a todo aquél que cree” (Rom. 10:4). Ahora la fe en Jesucristo opera su justicia en nosotros de tal forma que “ahora somos justificados pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo“ (Rom. 5:1)

d) Omisión.-  (Santiago 4:17) “Aquél que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado” (Sant. 4:17). El pecado tiene un aspecto negativo: el no hacer lo bueno. Abstenerse de obrar como se debe en el momento oportuno. Quizás se alegue: “Yo no hago mal a nadie”. Pero el asunto es que se nos impone la necesidad de hacer el bien, y cuando nos abstenemos de hacerlo incurrimos en pecado de omisión. (Hebreos 13:16;  1 Pedro 3:11; Gál. 6 :9-10).

Hay una serie de responsabilidades, actitudes, acciones, que si no se hacen afectan, no solo a nosotros, sino también a los que nos rodean. El no asumir nuestras responsabilidades, afecta los intereses personales y  los intereses de los demás. El no hacer lo que nos toca hacer, puede producir grandes problemas, producir grandes catástrofes. Por lo cual el no hacer se constituye en un pecado contra el prójimo y contra Dios. Este tipo de pecado se contrarresta haciendo el bien. “No seáis vencido de lo malo, SINO VENCE CON EL BIEN EL MAL” (Rom. 12:21).

Estos cuatro aspectos que nos describen la naturaleza del pecado afectan al hombre en todas sus actitudes y actividades. Nada se escapa de su influencia. Sin embargo podemos notar dos grandes áreas de afectación en la vida del hombre.
 Veamos: 

 ESTADO DE MUERTE ESPIRITUAL- SEPARACIÓN DE DIOS

                                                                             Moralmente      
                              En lo espiritual….
Áreas de                                                Susceptibilidad a la influencia                          
afectación                                            del mundo espiritual
del pecado

                                                                Enfermedades
                             En lo físico………..
                                                                Naturaleza afectada

Las enseñanzas del Antiguo Testamento:
Su  vida espiritual afectada.- Lo primero que se produjo cuando el hombre cayó, fué su muerte espiritual: fué separado del árbol de la vida y cortada la comunión con Dios. Muerte es separación. Hasta hoy, el hombre permanece en ese estado de muerte. Lo primero que recupera el hombre cuando se vuelve a Dios es su vida espiritual. “Y Él os dió vida estando vosotros muertos en delitos y pecados” . (Efesios 2:1y 5).
Su vida moral afectada.-

1.  “En el área de la esfera moral hay una palabra que se usa frecuentemente y que significa “errar al blanco” :
a) Como el arquero que arroja la flecha pero hierra, como el pecador que hierra el verdadero  blanco u objetivo de su existencia”
b) “Como el viajero que se ha desviado del camino.
c) Como el que ha sido pesado en balanza y fué hallado falto”.

2. Otra palabra que se emplea en este aspecto es “torcedura” y se traduce con frecuencia como “perversidad”. Es contraria a la justicia, que significa lo que es recto o conforme a un nivel justo.

3. Otra palabra traducida es “mal”, que da la idea de violencia o rompimiento y describe al hombre que viola o quebranta las leyes de Dios.

La esfera de la conducta fraternal.-  Para este tipo de pecados, la Biblia utiliza un término que significa “violencia,  conducta perjudicial”. Gén. 6:11; Ezeq, 7:23; Prov. 16:29. Ignorando la influencia amortiguadora de la ley, el hombre maltrata y oprime a sus oponentes.

La esfera de la santidad.-  Necesitamos entender las relaciones de Israel con Dios, para poder comprender el concepto de santidad y como se consideraba al pecado en relación a la violación de la  santidad. Israel era santo y cada israelita era considerado santo, pues Dios los había separado de las demás naciones y los había consagrado a él. Esta acción estaba estipulada por leyes divinas que regían a todos. Todo lo contrario a la ley era profano, por lo cual violaba el estado de santidad, pues cortaba las relaciones con Dios. (Lev. 11:24, 27, 31, 33, 37; 21:14; Heb. 12:16). Todo aquél que persistía en una actitud rebelde se le consideraba “trasgresor” y era considerado como criminal. A esta clase pertenecían los publicanos en los tiempos de Jesús.

La esfera de la verdad.- En esta área se recalca el aspecto engañoso y vano del pecado. Los pecadores se conducen y hablan con falsedad (Isa. 58:3; 28:15), presentan erróneamente la verdad y dan falso testimonio. (Éxodo 20:16;; Sal. 119:129; Prov. 19:5, 9). Esta actividad se denomina “vanidad” (Salmo 12:2; 24:4; 41:6;, es decir, vacía, carente de valor.

El primer pecador  fué mentiroso (Juan 8:44), el primer pecado  comenzó con una mentira (Gén. 3:4; y todo pecado contiene el elemento de engaño. (Heb. 3:13).
La esfera de la sabiduría: La ignorancia deliberada,  por  descuido  o circunstancial del individuo le impide hacer las cosas correctamente. El hombre queda afectado de tal forma que le es imposible hacer las cosas como conviene y en el momento oportuno.
a) Se les llama “simples” (Prov. 1:4, 22; 8:5. Este es el hombre natural sin conceptos del bien y el mal y sin principios fijos que rijan su vida. Carecen de propósitos y simientos morales. Oye, pero olvida y cualquiera lo conduce al pecado. (Mateo 7:26) Con frecuenca se les llama necios (Prov. 15:20) y escarnecedores. (Salmo 1:1; Prov. 14:6).

Las enseñanzas del Nuevo Testamento:
El Nuevo Testamento hace las siguientes descripciones sobre el pecado:

Errar al blanco: Indica la misma idea que la del A. T.
Deuda: Mateo 6:12. El hombre le debe a Dios el guardar sus mandamientos. Todo pecado cometido equivale a una deuda contraída y el hombre es incapaz de pagarla. Su única esperanza es el perdón y la remisión de la deuda.

Desenfreno:  “El pecado es la transgresión a la ley de Dios” (1 Juan 3:4). El pecador se convierte en un rebelde e idólatra, pues aquél que quebranta deliberadamente los mandamientos elige su propia voluntad antes que la de Dios. Peor aún, se convierte en Ley para sí mismo y por lo tanto se hace un dios de sí mismo. El pecado es obsesión, terquedad, y la obstinación es esencialmente pecado. Si el pecado pudiera destronar a Dios lo haría. Pero Jesús venció en la cruz al pecado y sus consecuencias.

Desobediencia: Literalmente quiere decir: “oír impropiamente”, “escuchar con falta de atención” . Hebreos 2:2. “Mirad como oís...”  (Luc. 8:18)

Transgresión: Quiere decir “excederse de los límites” (Rom. 4:15). Los mandamientos son cercos alrededor del hombre que impiden que el hombre penetre en terreno peligroso y sufra daño para su alma.

Caída, o falta, caer junto al camino, es la idea de la palabra en el griego. (Rom. 11:11-12; 14:13) . De ahí la expresión “caer en pecado”. Pecar es caer de un nivel de conducta.
Derrota: Rom. 11:12, la palabra “defección” debiera traducirse mas bien “fracaso” o “derrota”. Al rechazar a Cristo la nación judía sufrió una derrota y equivocó el propósito de Dios.

Impiedad: La palabra original de la cual se traduce “impiedad” quiere decir literalmente “sin adoración o reverencia” (Rom. 1:18; 2 Tim. 2:16). El impío es aquél que presta poca atención o ninguna a lo sagrado, por lo cual no tiene temor reverencial. Está sin Dios y vive como tal.

Error.-  (Hebreos 9:7). El error describe esos pecados cometidos por descuido o ignorancia y se diferencian de aquellos pecados cometidos con presunción, frente a la luz. El hombre que se propone hacer lo malo reiteradamente incurre en mayor grado de culpa que aquél que por debilidad cae en alguna falta.
                                            
El pecado es un estado y es un acto. En calidad de sublevación contra la ley de Dios es un acto de la voluntad del hombre; como separación de Dios, se convierte en un estado pecaminoso. El hombre actual vive en un estado de pecado y en ese estado sigue actuando pecaminosamente. Este estado ha traído por consecuencia su debilidad espiritual de lo que se deriva algunos males:

a) Daño a la imagen divina.-  Aunque la imagen divina en el hombre ha sido dañada, sin embargo el hombre conserva todavía rasgos de esa imagen. En su condición caída se le considera como “una criatura hecha a imagen y semejanza de Dios”. El Señor Jesucristo vino a restaurar completamente esa imagen al ser recreado conforme a la imagen de Dios. (Col. 3:10; Efe. 2:10 y 15; 4:12-13; 4:24)

b) El pecado original.- Por pecado original entendemos la inclinación o tendencia a pecar heredada a causa de la caída. (Salmo 51:5). Los pecados posteriores que cometemos y como consecuencia de la caída, se llaman pecados actuales. Cristo, al vivir, morir y resucitar nos libró de todos lo efectos de la caída del hombre.(Rom. 5:12-21; 7:7-14;)

c) Conflicto interior.-  Cuando Dios hizo al hombre como “un ser”, en el cual estaba aunada dos naturalezas: una física o material, el cuerpo y otra de naturaleza espiritual conformada por el alma y el espíritu, su plan fue que hubiese armonía perfecta entre “el  cuerpo, el alma y el espíritu” (1 Tes. 5:23). Producto de la caída, el pecado alteró esta relación, produciéndose una división opositora entre “la carne” y “el espíritu”. En esta condición de lucha (Rom. 7:7-25), el hombre pecador exclama: “¡Miserable hombre de mí, quién me librará  de este cuerpo de muerte! (7:24); pero “El Dios de paz”, que sojuzga los elementos en conflictos de la naturaleza del hombre “santifica el espíritu, alma y cuerpo”. El resultado es bendición eterna: “Justicia, gozo y paz por el Espíritu Santo”. (Rom. 14:17).

d) Susceptibilidad a los ataques del mundo espiritual.- La Biblia nos muestra que el hombre, no solo quedó sujeto a una lucha campal contra su propia naturaleza humana caída, sino que el mismo Satanás se aprovecha y utiliza los espíritus inmundos (demonios) y otras entidades espirituales para perturbar y molestar al hombre. Él no se ha quedado tranquilo. El hombre en desventaja, separado de Dios, muerto espiritualmente es presa fácil de él. Toda la maldad, el engaño, las enfermedades, crímenes, toda manifestación de violencia no es más que la influencia destructora del diablo. (Juan 10:10) Al hombre le queda una solución, volverse a Jesucristo, el cual “vino a deshacer las obras de Satanás” (1 Juan 3:8) y en cual tendrá completa liberación (Juan 8:36).

Es necesario que entendamos que esta lucha sigue, aun cuando nos convertimos a Cristo, pero ahora con una ventaja para el hombre, éste es dotado de toda la armadura  espiritual provista por Cristo para vencer. (Efe. 6:10-20).              

Resuelve la siguiente sopa de letras:
   
http://www.educaplay.com/es/recursoseducativos/887542/el_mal_y_el_pecado.htm

Tomado de:
http://doctrinadelpecado.blogspot.com/